jueves, 3 de abril de 2008

La vida da vueltas y vueltas, y nisiquiera nos damos cuenta de donde estamos y quienes están a nuestro alrededor.

Si miramos bien, esas caras poco a poco desaparecen y algunas aparecerán intermitentemente, estamos en medio de un mar de personas a las que llegamos a apreciar, a acostumbrarnos a su rostro e incluso puede aparecer alguna a la que nos arriesgamos a amar con el miedo latente de que desaparezca.

Por qué después de tanto tiempo no nos hemos acostumbrado, por qué si sabemos que para siempre es mucho tiempo, más de lo que podamos llevar a cuestas, aún así queremos que esas personas estén para siempre con nosotros y perderlas se nos hace imposible, pero la vida da vueltas y vueltas, y un día simplemente se van con el reflujo de una ola y vendrán otras que se irán también; solo las que puedan sostenerse a ti se quedaran, pero van dejando un espacio que es difícil de llenar, y aquellos castillos de arena que construiste con ellos, poco a poco se derrumban y el agua se los llevara a las olas, solo nos queda sentarnos todos los días en la orilla con el amanecer con la esperanza de que el mar regrese a los que algún día se llevo.

Porque la vida da vueltas y quizá alguna de sus vueltas coincida con aquellos a los que apreciamos y principalmente a los que queremos y llegamos a amar.

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