jueves, 3 de abril de 2008

Amarte, no estaba escrito,
más lo decidí en mi destino.

Amarte, fue un momento
de ilusiones y realidades,
y mi vida giro en pos de ello.

Amarte, posó la locura y la pasión
desbordando el corazón.

Amarte, cego mis sentidos
y mi razón.

Amarte, fue mi debilidad,
mi perdición.

Amarte, fue la adicción
que mi cerebro necesitaba
y mi corazón anhelaba.

Amarte, fue el empiezo de una obsesión
y el final de la sensatez
que rondaba aún mi mente
hasta que la vida se me fue
solo por amarte.

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