viernes, 11 de abril de 2008

Cómo es que esta soledad me vacía de repente,
hoy amaneció agazapada sobre mí.
Cómo es que ni siquiera me di cuenta de su
presencia hasta hoy.

Siento el corazón pesado y una infinita tristeza
ronda mis pensamientos.
Cada día es la oportunidad de que avance un paso más,
y parece que nunca es suficiente.

Hay un vacío en mis emociones que desgarra el alma,
y algunas veces la llega a corromper.
Intolerancia ante la felicidad de otros,
enojo con las decisiones de mi vida, aparecen ante mi.

Cómo he llegado a estar así de vacía,
con un dolor tan profundo que hiere,
que me hace llegar a hablar de palabras
como sentirse incompleto.

Es curioso mencionar esta palabra, incompleto,
no es hablar de una pierna ni de un brazo,
es tal la complejidad del significado de la palabra,
que define bien a mi soledad,
y su peso se incrementa cuando reflexiono que yo,
soy la única culpable de ello,
y la única persona que puede darle fin,
fin a una simple emoción, una sensación.

Y aún me pregunto cómo es que algo no físico,
nos puede causar sufrimiento.

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