miércoles, 2 de abril de 2008

Adagio*


...Nuestras vidas giran tan opuestamente, pero teníamos tiempo para compartir con todo ser viviente en la tierra, sabíamos convivir con la naturaleza, con nuestros hermanos como el venado y el jaguar, agradecíamos a la madre Tierra por la vida, pero todo cambió. ¿Qué nos pasó?

Alguien pensó sin soñar, alguien trato de desafiar y triunfó, alguien voló sin alas y la naturaleza cayó y se perdió sin poder prevenirnos.

Quisimos volar también sin alas, sabíamos que no podíamos, pero un ideal construido con palabras nos convenció; rechazamos la mano que nos daba calor y apoyo, rechazamos todo lo que no era nuestro, pero fuimos unos idiotas, nada era nuestro, y sin embargo, luchamos sin causa.

Se perdió la comunicación, la espiral de la vida se rompió, y al no saber que hacer al salir de aquel mundo compresivo, al llorar nuestra desgracia vino una cierta “civilización” creada sin razón, simplemente al tratar de llenar el vacío y obligados a llenarlo nos dejamos llevar por la ilusión de más palabras.

Nos volvimos esclavos de alguien igual a nosotros que debía darnos un abrazo y no un golpe, tratarnos como hermanos y nos vieron como bestias y aún más, nos convertimos en ellas.

Quisimos ser dioses y gobernar, quisimos tocar el cielo pero por más que construimos fue imposible, nunca fue demasiado alto y la ambición por algo material y sin importancia, nos hizo pisar a los que un día fueron nuestros hermanos, sin ni siquiera voltear.

Y al razonar, nos preguntamos ¿qué paso con lo demás?

El animal que debió y quiso ser libre lo encerramos tras barrotes y un resentimiento nos hizo tratarlos como nos trataron, pero sin en cambio, ellos se rebelaron contra nosotros y los clasificamos de salvajes, los sometimos a condiciones reprobables para la naturaleza, llegamos al límite de matarlos por placer sin respetar el círculo que nos rodea. Tiramos el principio de la vida por la avaricia, pisamos y rompimos las raíces que nos unían a todos en la espiral.

Nos autonombramos “hombres de razón”, pero sin sentido, porque la razón quedó debajo de todo lo que perdimos, nos nombramos “hombres civilizados” pero esto tuvo su precio, al nombrarnos tuvimos que renegar de nuestras raíces.

Hoy al reflexionar, sabemos que tuvimos capacidad de amar pero hicimos guerras, capacidad de crear e hicimos armas, capacidad de compartir pero nos volvimos avaros. Y hoy, hoy es demasiado tarde, podemos reconstruir todo, pero no volverá a ser lo mismo y al tratar de renacer, todo volvería a ser igual, porque siempre habrá pensadores pero no siempre serán soñadores...


*Adagio. I. (lat. adgium) 1. Máxima o sentencia breve. II. (ital. adagio=despacio) 2. Composición musical ejecutado con movimiento lento. 3. Este movimiento.
SIN. 1. Proverbio, refrán, aforismo, apotegma.

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